El nuevo gobierno ha expresado su preocupación por un déficit superior al anunciado por la administración anterior, que asciende a al menos medio punto porcentual, es decir, unos 400 millones de dólares menos de los que esperaban contar. Según las nuevas autoridades, este déficit incluye deudas impagas de ASSE y otros organismos, además de impuestos que fueron cobrados en períodos anteriores. Desde la oposición, se rechazan estas acusaciones o se comparan con la situación heredada. En cualquier caso, independientemente de la responsabilidad, la pregunta sigue siendo quién sufragará el costo de esta situación.

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