22 noviembre, 2024
Gustavo Amorín es pastor de una iglesia evangélica que trabaja con 40 presos dentro del Comcar y sus resultados dejan en evidencia la lamentable gestión que el Estado hace de las cárceles.
No existe violencia entre ellos, recuperaron la cultura de trabajo, eliminaron las adicciones y la reincidencia. «Que me den 200 presos para trabajar y verán los resultados», dice Amorín que compartió su experiencia junto al experto en prisiones Jaime Saavedra.