Contrario a los consensos del sistema político uruguayo y a las políticas de Estado tan celebradas, el economista Gustavo Licandro cuestiona el rumbo de la política económica. No solo critica al actual gobierno, sino también a la administración de Luis Lacalle Pou.

Licandro advierte que durante el último período de gobierno se produjo un deterioro fiscal que, según afirma, era previsible y peligroso. Además, sostiene que no hubo voluntad política para reducir las vulnerabilidades de las cuentas públicas. Se muestra pesimista respecto a la capacidad del actual gobierno para fomentar la inversión y acelerar el crecimiento económico.

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