“La tristeza es un afecto normal que hay que transitar. Uno puede estar triste, pero alegrarse por otras cosas. En cambio, la depresión no tiene esa reactividad emocional. Es como un bloque solidificado que no permite disfrutar de nada”, explicó Vanessa Ems, profesora grado 5 en Psiquiatría del Hospital de Clínicas.

La adolescencia “es una etapa de transición y mucha complejidad, donde la sensibilidad al entorno es mayor” recalcó.

Respecto al contexto global, mencionó que la pandemia intensificó una tendencia previa: “Ya antes de la pandemia hubo un aumento del 20% en la prevalencia de la depresión”. Sin embargo, aclaró que no hay una única causa: “La depresión y los trastornos mentales son multifactoriales. Factores ambientales, como los estresores sociales, juegan un rol importante, pero hay muchos otros elementos que influyen”.

Finalmente, subrayó la necesidad de fortalecer el sistema de atención primaria para evitar la sobrecarga en consultas especializadas.

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